- ¡¿Quieres darme ese cigarrillo de una vez?! Joder... ¡qué pesadito estas!
Que sí, que sé que es malo para mi y para los que me rodean... sí, sí, sí, eso ya lo sé, ¿pues sabes qué? ¡Aléjate! total... ¡Vete! Ya lo has hecho antes sin importarte una mierda, así que ahora no me vengas con gilipolleces.
Que sí. Que engancha y produce adicción... ¿puede que esa adicción sea parecida a la que me provocas tú? ¿Sabes? ¡Yo diría que no! Tú eres mucho más nocivo que un simple cigarro... Ni todo el alquitrán azabache apelmazado en mis pulmones, ni todo ese humo grisáceo con tintes marrones que se cuela por todos los poros de mi piel, ni toda esa nicotina que se queda en los recovecos de mi cuerpo, ni toda esa suciedad que aspiro en cada calada... nada se compara al daño que me haces tú así que, hazme un favor, no seas hipócrita ni cretino y deja de hacer como que te preocupas por mi y dame ese cigarro de una puñetera vez.
Y sí, si no es mucho pedir, dame fuego. Por favor.
BuonanottE*
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