lunes, 23 de agosto de 2010

Incoherente

"Donde aprendí que se podía llorar también de alegría, soñando tu boca junto a la mia.
Junto a la mia.
Tú piensas que la luna estará llena para siempre, yo busco tu mirada entre los ojos de la gente,
tú guardas en el alma bajo llave lo que sientes, yo rompo con palabras que desgarran como dientes, tú sufres porque no sabes como parar el tiempo, yo sufro porque no sé de qué color es el viento tan dulce y hechizante que se escapa de tu boca, con solo una sonrisa mi cabeza volvió loca, ay volvió loca."


Tú no tienes alma, aunque alimentes la mia.
Tú no tienes corazón, aunque hagas que el mio lata tan deprisa que parezca que valla a explotar.
Tú no tienes sentimientos, aunque hagas flotar los mios como pompas de jabón.
Cuando no hay explicaciones que te convenzan, cuando no hay esperanza que aplaque la tristeza, cuando no hay sonrisa que seque el llanto y no hay paz que cure el miedo... ahí estás tú.
No necesito saber más. Ya no tengo ese hambre de conocer, esa curiosidad que me ardía dentro... porque lo que sé ahora puede con todo lo demás.
Y es una sensación tan extraña. Es como estar en medio del mar y estar cansada de nadar, de patalear, de flotar, de luchar... y no poder agarrarte a nada. No hay bordillos, no hay arena, nada.
Pero que raro no haber derramado ni una lágrima más. Seca. Así me has dejado.
Y cuánto dueles en el alma, y cuánto agua voy a necesitar para hacer pasar esto, para desatragantarme de ti, desintoxicarme de tu vida, para sacarme tus ideas de la cabeza, tus gracias de mi risa, tus ojos de mi mente, tu olor de mi piel, tus besos de mi pelo... cuánto dueles, no sabes cuanto.


Y es que ya da lo mismo si lo entiendo o no, si lo veo, lo oigo o lo tiro allí lejos. Que da igual si duele, escuece o quema (que a lo mejor a ti hasta te da risa) pero tiene que haber un fin.
Aquella fecha de caducidad tan famosa ha tocado su tope. La historia interminable no lo era tanto, y lo del vivieron felices para siempre me provoca una carcajada amargamente sarcástica.
Pero yo me voy a curar. Vacunas, pastillas, guardar cama, mucho líquido y poco más... en un tiempo ¡puff! Fuera. Como nueva otra vez. Y tú... pues eso, que buena suerte.

[De incoherencias post-vacacionales que espero no se repitan nunca más, perdón]

BuonaserA*

2 comentarios:

  1. mucho liquido y tiempo es la mejor medicina para cerrar ese libro :)
    (eli)

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  2. y más si tengo una enfermera para mi sola ;)

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