lunes, 22 de febrero de 2010

Decisiones

¿Y qué se suponía que debía hacer ahora? Después de tanto tiempo así... triste.
¿Aceptar y ceder? El asfalto nunca debe hundirse, los cimientos nunca deben derrumbarse y el sol sale siempre por el mismo sitio.
¿Por qué debería ceder? Él no lo hizo jamás. No abrió ni una puerta, ni siquiera dejó pasar un resquicio de luz. Nada.
Y ahora no podía parar de pensar en qué hacer, qué decir y sobre todo como hacerlo para que todo saliese bien y ella no saliera mal parada otra vez. Aunque eso iba a ser lo más difícil de todo.
Quería negarse a hacerlo, no quería ser ella la débil, la pequeña... No quería tener que deshacerse de su orgullo que tanto tiempo y esfuerzo le había costado conseguir, no quería tener que romperlo a pedacitos y tener que tirarlo a la basura, no quería tener que descongelarse otra vez, porque dolía. Porque descongelarse duele. Te hace vulnerable. Te deja a la intemperie. La dignidad te tira.
Su cabeza le decía que no podía hacerlo, no era lógico, no era lo correcto pero, en alguna parte había escuchado que en la lucha: Razón vs. Corazón, éste último era como la banca, que siempre gana y se lleva la palma.

También había escuchado que, en el amor y en la amistad el orgullo no sirve para nada, porque hace que te pierdas cosas importantes, cosas especiales y bonitas, cosas que no puedes perderte si eres una persona. Si eres como ella.
Nunca supo tomar decisiones y menos de las importantes, pero esta vez se sentía realmente perdida, no sabía qué debía hacer, no sabía qué era lo más correcto, lo que le convenía...
Pero no saber lo que se debe hacer no quiere decir no saber lo que se va a hacer... y ella lo sabía.
Sabía lo que pasaría porque no podía negarse a ser feliz. No podía negarse a él.
Aunque le hubiesen cambiado todos los tornillos de su cabeza, aunque hubieran tomado su vida y la hubieran mezclado con otras tantas, aunque hubieran borrado cada uno de sus recuerdos, ella sabía lo que iba a hacer. Lo supo desde el principio.


A veces todos elegimos no hacer lo correcto porque pensamos que lo erróneo nos hará más felices ¿no?

BuonanottE*

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