jueves, 25 de febrero de 2010

Suspiros


- ¿Sabes? Las cosas no son lo que parecen... - le dijo mirando hacia otra parte.
- ¿Qué quieres decir? - preguntó ella empezando a preocuparse.
- Pues eso... que no solo porque hayas oído algo de alguien o te haya parecido verlo, quiere decir que sea verdad.
- ¿Y entonces? - aún no sabía lo que quería decir.
- Mira, ¿ves aquel puente? ¿Il Ponte dei Sospiri?
- Sí claro, es precioso - dijo mirando en la misma dirección en la que lo hacía él.
- Pues muchos turistas que vienen aquí piensan que su nombre, Puente de los Suspiros, tiene algún significado romántico, algo que ver con las parejas, ¿sabes? - explicó.
- ¿Y es que no es así? - dijo mirándole de nuevo a los ojos, realmente interesada.
- No. No tiene nada que ver. Este puente une el Palacio Ducal con una antigua prisión de la inquisición. Su nombre se debe a los suspiros de los prisioneros que, al cruzar el puente, veían por última vez el cielo, los canales, el mar...
- Valla... al final Venecia no va a ser tan romántica... - dijo imaginándose a algún reo, retenido sin razón, que dejaba fuera a su familia, sus ilusiones y su felicidad.
- Pues eso era lo que quería decir, nadie es tan bueno o tan perfecto como parece... no lo pienses tanto, no merece la pena. Tiene fallos, como tú, como yo, como ese puente... como todos. Puede que ahora te parezca perfecto, lo indicado, lo mejor que has visto pero, pronto te darás cuenta de que no es para tanto... de que no es él.
- Llevas razón - agachó la cabeza como una niña que se da cuenta de que se estaba equivocando y ahora no sabe qué decir.
- Sí, puede que sí... - dijo sonriéndola.
- Gracias...


A veces todos necesitamos que alguien nos abra la mente, que nos diga la verdad, que de la luz en nuestra cabeza, que deslíe la madeja... Todos.

BuonpomeriggiO*

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