martes, 9 de marzo de 2010

África

No puede estar callada, y mucho menos si ve algo que le provoca ese frenesí verbal que algunos encuentran divertido (y otros aturdidor).
Puede comentarlo absolutamente todo con la ironía de sus pensamientos, una ironía rara, extraterrestre, retorcida como sus rizos... y que a veces le hace sentirse incomprendida.
Le gusta reírse hasta quedar sin respiración y cantar en todas partes para que todo parezca más ligero.
Tiene que quejarse por todo porque siempre hay algo que no le encaja y no sabe tomar decisiones, es más, no le gusta tener que decidir y a veces le da miedo hacerlo. Cuando cree llevar razón puede ser la persona más cabezota sobre la faz de la tierra.
Le encanta viajar y ver cosas nuevas, probar sabores y sentir a la gente en la ciudad. Odia la lluvia porque le deprime y no quiere salir, todo se le vuelve gris, como el tiempo.
Podría alimentarse a base de pasta y chocolate y le encanta chuparse los dedos cuando acaba de comer aunque sabe que queda fatal y que no es de señoritas.
Le gusta dibujar porque así imagina historias y se las cuenta a los demás sin necesidad de hablar de ella, porque no puede hablar de ella ni de sus sentimientos, porque tiene un huequecito frío y duro en su interior y no sabe como sacarlo de ahí.
Escribe todo lo que se le pasa por la cabeza aunque a veces no tenga sentido ni le importe a nadie, ni siquiera a ella.


Escucha los problemas de la gente, pero de verdad de la buena, intentando buscarles solución y aliviando sus preocupaciones. Porque todo el mundo se los cuenta, aunque no la conozcan y a ella le encanta sentir que les ayuda. Porque le gusta ayudar. Porque le gusta escuchar.
Ella es África.

BuonaserA*

2 comentarios: